Hace ya mucho tiempo que la cocina libanesa cruzó las fronteras para imponerse como una de las más equilibradas y sanas, cuya presentación constituye todo un regalo para la vista. Es una cocina rica en verduras donde la más importante es la frescura y el sabor al momento de ser escogidas, con productos indispensables como el trigo y el aceite de oliva, que no pueden faltar.